
No sorprendió el Molde colocando delante de su portería una primera línea de cuatro y una segunda de cinco hombres, dejando arriba –en torno al círculo central– solo a Gulbrandsen. Por tanto, el Sevilla necesitaba un ritmo alto en las transiciones y apoyos constantes de Coke y Escudero por las bandas para desequilibrar. Por momentos el partido parecía de balonmano, lo que provocaba que tanto Vitolo como Banega dispusieran de plena libertad de movimientos, ya estaba Cristóforo para abortar intentos de contragolpe del Molde. A pesar de eso, los primeros sustos llegaron en la portería de Soria. Primero por un mal entendimiento con Carriço, pero Moström no acertó a controlar bien para disparar sin portero. Después, el cancerbero debutante en Europa hizo una buena estirada al tiro de Gulbradsen.
No se podía confiar el Sevilla a pesar de las evidentes muestras de falta de calidad en algunos hombres de Solskjaer. Mediada la primera mitad, Unai pidió más intensidad a sus hombres y estos respondieron con una concatenación de llegadas por las bandas que no culminaron en remates dentro del área. Llorente, titular tras dos citas missing, espera entre varios hombres azules su oportunidad; Banega buscaba huecos donde parecía no haberlos y cuando no los encontraba ponía a prueba a Horvath, que vio cómo uno de esos disparos rozaba su palo derecho; y Vitolo aparecía por aquí y por allá en busca de la sorpresa. Mientras Cristóforo se encargaba de la retaguardia, el Sevilla encontró el premio en una transición rápida entre N’Zonzi y Vitolo, quien soltó el balón para Llorente justo antes de que le hicieran falta en la frontal –posición más que dudosa del delantero–; el riojano amagó una vez y acto seguido colocó su zurdazo ajustado al palo, imposible para el meta noruego.

El 2-0 invitó al Molde a dar un paso adelante en busca de un gol que le mantuviera en la eliminatoria y el Sevilla lo vio claro:pequeño paso atrás y la velocidad de Gameiro al césped. A pesar de todo, no se encerró el Sevilla como ante otros rivales y rozó constantemente el tercero, como en una bonita acción deCoke. El vallecano, que ya se había marcado una buena asistencia a Llorente en el segundo gol, recortó cerca del área y teledirigió una vaselina que botó en el larguero para terminar marchándose fuera.
Quería el tercero Emery, que se impacientaba en la banda. Viendo el nivel del Molde, no le faltaba razón al técnico vasco, que no quiere tonterías en Noruega, donde pretende dar minutos a los menos habituales y, por consiguiente, descanso merecido a muchos futbolistas. Fue justo entonces cuando Gameiro cazó un balón cerca del área, se metió en ella y disparó fuerte y al centro. El balón acabó en la red por las manos flojas de Horvath, que se lamentó a la vez que Unai lo celebraba por todo lo alto en la banda. Otro gol más para el francés, que ya acumula ya 19 dianas este curso y se ha permitido el lujo de marcar en las cinco competiciones en las que ha participado: Supercopa de Europa, Liga, Copa del Rey, Champions League y en una Europa League en la que el Sevilla, el vigente campeón, el tetracampeón, ha empezado fuerte.
Ficha técnica
Sevilla FC: David Soria; Coke, Carriço, Kolodziejczak, Escudero; N’Zonzi, Cristóforo (Iborra, m.68); Vitolo, Banega, Krohn-Dehli (Konoplyanka, m.73); Llorente (Gameiro, m.57).
Molde FK: Horvath; Toivio, Gabrielsen, Forren, Flo; Moström, Aursnes (Svendsen, m.80), Daniel Hestad, Elyounossi (Eirik Hestad, m.63); Diouf, Gulbrandsen (Agnaldo, m.73).
Goles: 1-0, M.35: Llorente. 2-0, M.48: Llorente. 3-0, M.72: Gameiro.
Árbitro: Gediminas Mazeikas (Lituania). Amonestó a los visitantes Gulbrandsen (m.10) y Diouf (m.12).
Incidencias: Partido de ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante 28.920 espectadores, entre ellos cerca de medio millar de aficionados noruegos. Césped en perfectas condiciones.
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